Hola a todos~ Desde que finalizó el anime de World Trigger y a pesar de seguir su respectivo manga (aunque no es que publiquen capítulos con mucha frecuencia), estoy con ganas de mucho más, así que aprovechando mi afición por la "pareja" Torikona (formada por Torimaru y Konami), la semana pasada decidí escribir un pequeño fanfic de capítulo único centrado en esta pareja, así que aquí os lo dejo y espero que os guste ^-^
Sentimientos ocultos en Tamakoma
Sabía de antemano que aquella podría acabar siendo una
tarde bastante incómoda por llamarla de alguna manera, pues para
empezar, le había tocado encargarse de una de las tareas que menos
le agradaban y tampoco veía muy apropiado que alguien de su rango
tuviera que encargarse de algo como aquello, pero de vez en cuando
era lo que tocaba hacer, así que hoy se pasaría el resto de la
tarde encerrada en la base de Tamakoma revisando unos informes, y por
si aquello no fuera ya suficiente, se había quedado sola junto a uno
de sus compañeros de equipo el cual misteriosamente se ofreció para
ayudarla.
Podría apreciarse a simple vista lo tenso que estaba el
ambiente en aquella habitación, estaba sentada sobre uno de los
sofás repasando unos informes mientras que enfrente, su compañero
se encontraba sentado sobre otro sofá haciendo lo mismo que ella, en
silencio, sin ni siquiera levantar la mirada de los folios que
sujetaba entre sus manos.
Pero así era imposible concentrarse, al menos para
ella, pues desde siempre, aquel compañero suyo se había dedicado a
bromear y a molestarle, con bromas que ni un niño picaría pero lo
nerviosa que le ponía siempre su presencia acababa haciendo que se
lo creyera todo, por lo tanto, estaba convencida de que aprovecharía
la mínima oportunidad para intentar bromear como acostumbraba a
hacer siempre.
Entonces terminó de repasar el informe que había
estado leyendo, fue a dejarlo sobre la mesa que tenía delante
repleta de los numerosos informes que todavía le quedaban por
revisar cuando algo sucedió, algo de lo que no fue consciente hasta
que no lo sintió en su propia piel, pues fue también en ese preciso
instante, cuando su compañero dejó también su informe sobre la
mesa lo cual provocó que las manos de ambos se rozaran.
Pero de alguna manera, volvió a sentirse igual que
siempre, empezó a notar sus mejillas sonrojadas y no precisamente
por haberse alterado, aquel ligero pinchazo en su pecho volvió a
estar presente, y ni siquiera fue consciente de que todavía
permanecía en aquella ridícula postura en la que se había quedado
al retirar su mano.
Se quedó mirando a su compañera tras aquella repentina
reacción, lo cual hizo que Konami se pusiera todavía más nerviosa
de lo que ya estaba.
Entonces parecía haber llegado uno de esos momentos que
tanto le incomodaban, se encontraba tan avergonzada sin motivo
aparente que ni siquiera se atrevió a mirar hacia adelante en el
momento en que su compañero se levantó del sofá, pero tampoco fue
necesario para hacerse una idea de lo que pretendía, sabía de
antemano que este era uno de esos momentos en los que Karasuma
intentaría reírse de ella.
Volvió a desviar su mirada hacia otro lado mientras que
su compañero se sentaba junto a ella, no quería ni mirarle, en
cierto modo se sentía como enfadada, y aunque sabía lo que
pretendía, de alguna manera no podía evitar sentirse nerviosa
cuando le tenía tan cerca, y esta vez, todavía estaba más cerca
que nunca.
Pero aquella broma jamás ocurrió, a pesar de que en un
principio, fuera de esperar que Konami se pensara que estaba
bromeando con ella al igual que hacía siempre, pues de pronto sintió
como uno de los brazos de su compañero empezaba a deslizarse por sus
hombros y su por su cuello como si llevara intención de abrazarla.
Era de esperar que no iba a ser capaz de mantener la
mirada fija en la suya, volvió a desviarla para mirar hacia otro
lado en el momento en que su compañero condujo su mano libre hacia
una de las mejillas de Konami.
Y fue entonces cuando las palabras sobraron, cuando el
tiempo se detuvo y cuando todo dejó de tener sentido, empezó a
sentir una inesperada pero agradable sensación de calidez en sus
labios, al mismo tiempo en el que la mano de su compañero no dejaba
de acariciar su mejilla.
- No es necesario que digas nada... - entonces colocó
uno de sus dedos sobre los humedecidos labios de su chica. - Creo...
que ya se terminaron las bromas entre nosotros... ¿No te parece?
- Baka... empezaba a pensar que nunca llegaría este
momento... - y tras mostrar finalmente sus verdaderos sentimientos y
volverse a sonrojar más de lo que incluso ya estaba, sus labios
volvieron a fundirse en un cálido beso.
Y aunque la reacción normal en ella hubiera sido
golpearle y gritarle mientras se sonrojaba, esta vez fue todo tan
diferente que se dejó llevar, había sinceridad en los ojos de su
chico, y por primera vez en mucho tiempo, le dedicó una cálida
sonrisa al no ser tampoco muy capaz de responderle de otra manera.
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