miércoles, 7 de diciembre de 2016

[Reseña] Star Wars - Darth Plagueis [Novela]

¡Muy buenas a todos! Más de un mes sin publicar nada por aquí, aunque tampoco estuve de brazos cruzados ya que durante todo este tiempo estuve adquiriendo nuevo material de lectura muy muy interesante el cual consideré que merecía la pena comentar.

Entre dicho material, y del cual hablaré en esta entrada, sin duda quiero destacar una conocida novela de Star Wars titulada Darth Plagueis, la cual adquirí el mes pasado y terminé de leer recientemente, así que sin entretenerme mucho más, doy paso a mi tercera reseña de novelas basada en esta franquicia en concreto.

Star Wars - Darth Plagueis


- Título: Star Wars - Darth Plagueis.
- Autor: James Luceno.
- Editorial: Planeta Cómic.
- Páginas: 486.

De nuevo, la editorial Planeta Cómic es la encargada de traernos esta maravillosa novela basada en la famosa saga galáctica Star Wars. Si personalmente tuviera que definir esta novela en pocas palabras, mi respuesta sería "para mí esta novela lo es todo", y es que en cierto modo es así.

Para empezar a centrarnos un poco por si alguno se ha iniciado hace poco en el mundo de Star Wars, la historia de Darth Plagueis se centra años atrás de los hechos acontecidos en la película La Amenaza Fantasma. El protagonismo de esta historia recae evidentemente sobre el muun Darth Plagueis, más conocido entonces por su verdadero nombre, Hego Damask.

A medida que vamos avanzando en la novela iremos descubriendo parte de su infancia, de su adolescencia, de como llegó a manos de su maestro, Darth Tenebrous, y por supuesto y sin duda la parte más importante de todas: el momento en el que conocerá a su aprendiz, Palpatine, conocido con el tiempo por Darth Sidious, el Sith más poderoso que se haya conocido jamás.

A pesar de que podría decirse que el principal protagonista de esta historia es Plagueis, cabe destacar que en cuanto Palpatine aparece, gran protagonismo recae también sobre él. Su niñez en Naboo, su adolescencia, sus primeros encuentros con Plagueis, sus apariencias y sus verdaderas intenciones... y sin duda, todo fan de Star Wars o incluso todo recién iniciado a la saga, podrá conocer y descubrir gracias a esta novela, sus primeros pasos hacia el lado oscuro, su aprendizaje como aprendiz de Darth Plagueis, y por supuesto, verá también más claramente los planes y oscuras intenciones que llevará a cabo con su maestro para derrocar a la República y concluir la venganza de los Sith, un plan que empezó a llevarse a cabo mil años atrás.

Se trata sin duda de una novela oscura, llena de ambición, de traición, de ansia tanto por conseguir conocimiento como poder, una novela más enfocada hacia el lado de la oscuridad que hacia el lado luminoso, una novela totalmente necesaria en tu estantería si realmente eres un curioso de Star Wars.

Aunque personalmente si tuviera algo que destacar, sería la gran maestría de su autor, James Luceno, por enlazar tantos hechos y acontecimientos a través de su novela. A medida que vas profuncizando en su lectura, vas percatándote de sucesos ya bien conocidos por las películas de esta famosa saga, vas encontrándote con personajes ya muy conocidos al mismo tiempo en que te vas maravillando al ver como todo cobra más sentido de lo que parecía, pues tal y como he dicho al principio, esta novela lo es todo: los primeros pasos de Palpatine hacia el lado oscuro y su escalada hasta convertirse en Canciller de la República, el primer contacto con personajes que más tarde tendrían su importancia al inicio de las Guerras Clon, el descubrimiento por parte de Palpatine y de Plagueis del posible "elegido" llamado Anakin Skywalker, las primeras dudas del Conde Dooku para abandonar la Orden Jedi y pasarse al lado oscuro... estos y otros muchos acontecimientos importantes, son narrados en esta maravillosa historia que sin duda, está considerada de las mejores novelas basadas en Star Wars.

Conclusión final y personal

Realmente creo que ya lo he dicho todo, si realmente te gusta Star Wars, considero que esta novela es de las más importantes y de las más necesarias en tu colección. Pocas cosas malas pueden sacarse de ella, tal vez si tuviera alguna parte negativa, sería que en ocasiones se centra mucho en política y negociaciones, y si no eres un apasionado de ese mundillo tal vez esas partes se te lleguen a hacer algo más pesadas, pero por lo demás, no habría ningún punto negativo más que destacar.

En cuanto a su parte positiva, sin duda todo lo demás, esta novela es maravillosa desde su primera página hasta la última, su maestría de introducirse en el mundo de Star Wars y enlazar cabos sueltos es impresionante, su alto nivel de detalle, narración y descripción también es fascinante, y sin duda, en cuanto empieces a leerla, tu curiosidad por saber más no te hará parar hasta el final.

Valoración: 9/10.

sábado, 22 de octubre de 2016

[Reseña] My Hero Academia (Boku no Hero Academia) [Manga]


Si tuviéramos que mencionar un manga shonen que haya destacado sobre los demás en estos últimos dos años posiblemente sería My Hero Academia, un manga que empezó a publicarse en la Weekly Shonen Jump de la mano de Kohei Horikoshi, y que después de ser tan demandado, ha sido finalmente la editorial Planeta Cómic la encargada de licenciarlo, sacando además una edición limitada formada por los dos primeros tomos en un pack especial.

My Hero Academia (Boku no Hero Academia)


Datos del manga

- Nombre: My Hero Academia (Boku no Hero Academia)
- Editorial: Planeta Cómic.
- Género: Shonen, acción, superhéroes, colegio, comedia.
- Autor: Kohei Horikoshi.
- Serialización: Weekly Shonen Jump.
- Fecha de publicación en Japón: 7 de Julio del 2014.
- Fecha de salida en España: Octubre 2016.
- Páginas: 190-200 aproximadamente.
- Estado: Serie abierta.
- Precio: Pack de edición limitada con los dos primeros tomos a 8,95 €.

Análisis y desarrollo


Cuando pensábamos que ninguno de los mangas nuevos que estaban publicándose en la Weekly Shonen Jump fuera a despegar bien, llegó My Hero Academia, y era de esperar que habiendo cosechado tanto éxito en su país de origen, alguna editorial acabaría interesándose en él.


My Hero Academia narra la historia de Izuku Midoriya, un joven que a pesar de haber nacido en una sociedad donde prácticamente toda la población desarrolla ciertas habilidades especiales a una temprana edad, él ha tenido la desgracia de nacer sin la capacidad para desarrollar ninguna de estas habilidades.



Este acontecimiento hará que Izuku (llamado simplemente Deku más adelante), caiga en una tremenda depresión al enterarse de que nunca podrá seguir los pasos de su ídolo All Might, el superhéroe más conocido, aclamado y admirado por todos y que por supuesto quiere llegar a ser como él, combatiendo el crimen y manteniendo a salvo a toda la población de los numerosos villanos que día tras día amenazan con perturbar la paz.

Pero por suerte para nuestro protagonista, todo esto un día cambió, ya que por obra del destino, ese día Deku se verá envuelto en una serie de acontecimientos que harán que su vida de un giro totalmente inesperado, es aquí donde empieza la historia de como alguien sin aparentemente nada de talento para ello, se convirtió en uno de los superhéroes más grandes y conocido de todos los tiempos.


Tras estos acontecimientos iniciales, será cuando la historia empezará a desarrollarse y ya nos podremos hacer una ligera idea de en lo que va a consistir este manga, pues tal y como su título indica, mayormente girará en torno a una prestigiosa academia para formar superhéroes y combatir el crimen, empezando entonces a ser introducidos un gran número de personajes cada uno de ellos más carismático que el anterior, con sus metas a cumplir, con sus habilidades especiales a desarrollar y que por supuesto, acompañaran a Deku a lo largo de su aventura y su camino, tanto compañeros de clases como profesores, habiendo también en esta historia lugar para numerosas situaciones cómicas entre ellos e incluso no será muy difícil percatarse de los sentimientos que algunos personajes empiezan a sentir entre ellos.




Personajes bien definidos, carismáticos, cada uno de ellos especial por como es, pues este es uno de esos mangas en los raramente alguno de sus personajes pase desapercibido, ya sea por su forma de actuar, de pensar o simplemente por su habilidad especial, My Hero Academia está repleto de todo tipo de personajes para todos los gustos, algo que sin duda en una temática tan mencionada hoy en día como viene siendo los superhéroes, era necesario resaltar y hacer un pequeño hincapié en ello.





Pero sin duda, si personalmente tuviera que destacar algo de este maravilloso manga serían los valores tan importantes que a mi parecer transmite, valores como el compañerismo, la amistad, la confianza, y sobretodo, la superación personal, algo que en gran parte será uno de los mayores retos para nuestro pequeño protagonista, pues no estamos ante el típico protagonista que nace siendo el mejor o sabiéndolo todo, si no ante un protagonista tan humano como cualquiera, que tendrá que avanzar y superarse así mismo para llegar a ser el gran superhéroe que siempre ha soñado ser, y por supuesto, será un duro camino el cual compartirá con el resto de sus compañeros.



Conclusión final y personal



Acción trepidante, nervios de acero, intriga prácticamente en cada capítulo, superación, historia detallada y bien desarrollada, un pasado por descubrir... son muchas de las grandes cualidades de este maravilloso shonen que sin duda está dando tanto de que hablar, totalmente recomendable e imprescindible en tu estantería si eres amante de este género, pero eso sí, antes de empezar la colección deberás tener en cuenta algo muy importante: en más de una ocasión desearás tener de inmediato el próximo tomo en tus manos.

miércoles, 12 de octubre de 2016

[Reseña] Shokugeki no Soma (Food Wars) [Manga]

Posiblemente haya sido una de las licencias más demandadas en estos dos últimos años y según tenemos entendido, diferentes editoriales de nuestro país han estado detrás de ella, siendo al final la editorial Panini Cómics la que ha terminado haciéndose con ella.

Food Wars (Shokugeki no Soma) es un shonen algo diferente a los demás, no estamos ante el típico "manga de peleas", pero ello tampoco quita que no sea trepidante, que no te mantenga enganchado dejándote con la intriga y que no pasemos un rato divertido con sus magníficos toques de humor, todo ello por supuesto, teniendo también en cuenta que con cada capítulo se te abrirá el apetito tras ver los deliciosos platos elaborados para ser principalmente presentados en duelos culinarios, así que si estás buscando algo diferente, Food Wars es tu manga.

Shokugeki no Soma (Food Wars)

Datos del manga

- Nombre: Food Wars (Shokugeki no Soma)
- Editorial: Panini Cómics.
- Género: Shonen, cocina, colegio, ecchi.
- Autor: Saeki Shun (Dibujo), Tsukuda Yuuto (Historia), Morisaki Yuki (Historia).
Serialización: Weekly Shonen Jump.
- Fecha de publicación en Japón: 26 de Noviembre del 2012.
- Fecha de salida en España: Septiembre 2016.
Páginas: 205.
- Estado: Serie abierta.
- Precio: 7,95 €.



- Sinopsis: Soma Yukihira es un estudiante de secundaria cuya familia lleva un pequeño restaurante de barrio. Soma practica cada día junto a su padre con el objetivo de lograr ser mejor cocinero que él. Un día, su padre sugiere la posibilidad de que Soma entre en una escuela de cocina... ¡Aquí empieza la nueva etapa culinaria de Soma!



Análisis y desarrollo

Pese a que en un principio la fuente y formato que se utilizó para el título no fue muy acertada (teniendo en cuenta las ediciones de otros países), al menos sobre el título de Food Wars podemos leer también su título original, Shokugeki no Soma.

En este primer tomo podemos encontrar los cinco primeros capítulos de la nueva vida de Soma, destacando e introduciendo sobretodo sus metas, sus sueños y logros a cumplir en los cuales estará centrada la trama de esta historia.

Un primer tomo que también estará bastante centrado en la presentación de algunos de los personajes más importantes que acompañaran a Soma a lo largo de su nueva vida y aventura, personajes muy carismáticos cada uno de ellos con su personalidad bien definida desde un principio.



Como ya he comentado anteriormente, no estamos ante el típico shonen de combates, ni tampoco de deportes, la trama de Food Wars gira en torno al mundo de la cocina y de los diferentes enfrentamientos culinarios que tiene lugar entre sus numerosos personajes, algo que a nivel personal, comentaré que no tiene nada que envidiar a cualquier combate de cualquier típico shonen, la tensión que se respira en cada enfrentamiento es trepidante, la intriga por conocer al ganador de cada enfrentamiento culinario es inevitable, y por supuesto, al mismo tiempo que te entretienes con este fantástico manga también conoces platos y aprendes sobre gastronomía de diferentes países del mundo, siendo testigo de alucinantes recetas que te dejarán sin aliento despertando tu apetito y también tu curiosidad.

A nombrar también los diferentes valores que se destacan, ya sea el compañerismo, el sacrificio, la lucha constante y la amistad.


Pero a pesar de sus duros momentos, enfrentamientos e incluso drama, en Food Wars también hay lugar para la comedia, incluso con su personaje más serio puedes llegar a reírte en más de una ocasión, teniendo también en cuenta el "toque picante" que puede llegar a tener este manga sobretodo en los momentos en los que algunos de los personajes o jueces prueban los deliciosos platos preparados en los enfrentamientos culinarios, algo que sin duda llamará la atención de los fans del género ecchi.



Además, en sus últimas páginas este primer tomo cuenta con una historia corta con personajes similares o no tan similares a la historia original de Food Wars.

También cuenta con otra historia extra titulada "El diario de Kurase", contada y narrada brevemente por este personaje.

Sin duda, se trata de un primer tomo bastante completo que no tiene desperdicio.


Conclusión final y personal

No cabe ya la menor duda de que estamos ante un manga diferente a lo que normalmente estamos acostumbrados, un shonen que se sale de lo que viene siendo "lo normal", un manga más que perfecto si tienes interés y curiosidad por leer y probar algo nuevo y diferente a lo habitual.

Tensión, acción, drama, comedia, una calidad de dibujo e ilustración magistrales... Food Wars combina diferentes elementos que hacen de este manga una gran obra que a nivel personal, comentaré que aunque no seas un apasionado del mundo de la cocina, vale la pena darle una oportunidad y sumergirte en él.

lunes, 10 de octubre de 2016

[Fanfic de Star Wars] Sentimientos de una batalla lejana.

Largo tiempo sin pasarme por aquí y sin subir nada, a veces estos pausas son necesarias pero vuelvo con ganas de retomar el blog e ir subiendo relatos aunque sean cortos, y por supuesto, también tengo en mente alguna que otra futura reseña.

Sigo muy centrado en el universo de Star Wars, así que el siguiente relato corto, o fanfic, está basado e inspirado en ello, para ser más exactos, está centrado después de que fuera ordenada y ejecutada la Orden 66 en Las Guerras Clon, teniendo al personaje de Ahsoka Tano como protagonista.

Sentimientos de una batalla lejana

Ni siquiera sabía el motivo por el cual continuaba con aquello, tal vez era por costumbre, o tal vez simplemente porque le ayudaba a no pensar en nada más, aunque al menos, una cosa sí que tenía bien clara; no podía regresar.

Todo quedó en el más absoluto silencio, el zumbido de su sable láser al apagarse fue lo último que se escuchó mientras se aseguraba de que ningún droide quedara en pie, aquellos mismos droides contra los que había estado luchando junto a la República, una república a la cual había decidido abandonar a pesar de continuar invadida por sus propios miedos, dudas y temores, ¿había hecho lo correcto? Ya era demasiado tarde para pensar en ello aunque en ocasiones era inevitable, aquello en lo que tanto había creído se había desmoronado, incluso ya ni siquiera se sentía como una aprendiz de jedi, había decidido desviarse del camino y seguir el suyo propio, sin mirar atrás.

Fue entonces cuando decidió marcharse de aquel planeta del cual desconocía hasta su nombre, tan solo sabía que se encontraba bajo el control de la Federación y que en el fondo algo tenía que hacer, pero justo en el preciso instante en que se disponía a subir a su X-Wing, algo extraño sintió, una corazonada, una extraña sensación... no supo como describirlo pero de pronto empezó a sentir un ligero dolor en el pecho, algo acababa de ocurrir, y de alguna manera no pudo evitar relacionarlo con todo aquello que había dejado atrás, pero en especial, no pudo evitar acordarse de algo, o mejor dicho, de alguien.

- Maestro...

Aquel maestro el cual no tuvo otro remedio que abandonar al dejar de creer en todo en lo que habían estado basadas sus enseñanzas, aquel maestro algo inexperto todavía pero que sin embargo tanto le había enseñado... fue una sensación que no había experimentado todavía, como si todo quedara en el más absoluto silencio tras los gritos de dolor de miles de personas... miedo dolor, duda, era todo y cuanto la joven Togruta sentía, no podía negar que una parte de ella deseaba regresar y comprobar lo que había ocurrido, pero otra parte le decía que no era el momento, que tal vez primero debería pasar un tiempo antes de volver a encontrarse con su antiguo maestro.

sábado, 9 de julio de 2016

[Fanfic de Star Wars] A escondidas del Imperio - Capítulo Tres

Star Wars: A escondidas del Imperio - Capítulo Tres: Susto en la granja

A pesar de haber pasado gran parte de su vida como cazarrecompensas, en muy pocas ocasiones había frecuentado aquella ciudad aun sabiendo que se trataba de un lugar idóneo para gente como él, donde muchos acudían ya fuera como contrabandistas o en busca de algún que otro peligroso trabajo del que poder sacar un buen beneficio, pero allí se encontraba esta vez, el destino le había conducido de vuelta a una de las mugrientas cantinas de Mos Eisley después de tanto tiempo, aunque en esta ocasión, tan solo fuera con la finalidad de buscar provisiones y tal vez de algo de información.

- Creo que ya tenemos todo lo necesario, no me gusta este sitio... terminamos la jarra y nos vamos. - ambos compañeros se encontraban sentados en una de las pequeñas mesas del final, y con intención de marcharse de allí cuanto antes, Sephard le dio un nuevo trago a su jarra la cual contenía una especie de bebida alcohólica de tonalidad verdosa que prefirió no pensar en lo que exactamente contenía.

En su lugar, su compañero y líder de la banda, Snull, intentaba tomárselo todo con algo más de tranquilidad a pesar de que tampoco le agradaba demasiado aquel lugar, y a pesar de que al menos quiso tomarse un pequeño respiro en aquella cantina después de haberse pasado la mañana consiguiendo provisiones, no tardó en percatarse de que aquella tranquilidad, por llamarla de alguna manera, estaba a punto de verse interrumpida.
- Pues mira tú por donde... me parece que vas a tener suerte y vamos a tener que irnos antes de lo previsto.

Ante las palabras de su líder las cuales no terminó de comprender, se giró disimuladamente con intención de encontrar aquello que había llamado su atención, entonces lo vio, y tan repentino estaba siendo todo que no fue capaz de encontrarle una explicación a lo que sus ojos estaban viendo, pues en ese preciso momento, dos soldados de asalto imperiales acababan de cruzar la puerta de la cantina.


Por suerte, parecía que en aquel par de speeders tan solo habían venido montados dos exploradores, pero aun así tampoco podía permitirme bajar la guardia, así que desenfundé mi pequeño bláster y lo sujeté con fuerza en mi mano derecha mientras que a mis espaldas, Sniper también tenía listo su rifle de asalto entre sus manos.

- Amo Nowel, ¿qué deberíamos hacer? - la verdad es que tampoco sabía muy bien lo que responderle a mi droide, de normal no era yo quien tomaba decisiones en momentos así, y cualquier movimiento en falso podría salirnos demasiado caro.
- Posiblemente habrán detectado la transmisión al igual que nosotros pero... sigo sin entender el motivo por el cual el Imperio está en un planeta tan remoto como este.

Desde la entrada de uno de los túneles subterráneos donde nos ocultábamos, podía ver a los dos exploradores conversando entre ellos, se encontraban algo lejos y no era capaz de escuchar lo que decían, pero al ver que se separaban, me hice a la idea de que habían acordado inspeccionar la zona por separado.

- Vamos Sniper, intentaremos aprovechar para llegar hasta una de las speeders y marcharnos de aquí. - demasiado arriesgado era salir por aquel extremo del túnel, así que no tuvimos otro remedio que retroceder por donde habíamos venido y salir por el otro lado.

Por suerte, al haber vivido en una granja similar, más o menos me conocía la manera en la que estaban estructuradas, por lo tanto contaba con algo de ventaja y no tardamos mucho en llegar al otro extremo donde volvimos a detenernos.

- Si nos damos prisa y no llamamos la atención, tal vez podamos irnos... - señalé el par de speeders con mi bláster y eché un último vistazo antes de actuar, los exploradores parecían estar bastante ocupados buscando el origen de aquella transmisión, lo cual me hizo pensar que si nos marchárbamos, nos quedaríamos sin conocer aquello que nosotros también habíamos venido a investigar, aunque en un momento así apreciaba más mi propia vida.
- Amo Nowel, yo le cubriré desde aquí. - me quedé durante unos instantes mirando a mi droide antes de responderle.
- ¿Estás seguro?
- Completamente, tengo mejor puntería que usted, puedo cubrirle mientras arranca una de las speeders. - ciertamente no era un mal plan, arriesgado tal vez, pero era lo único que teníamos.
- Está bien... vamos.

Por suerte, no es que fuera muy alto precisamente pero igualmente era necesario que avanzara agachado entre las ruinas de aquella granja mientras que tenía el bláster bien a mano por si acaso, aunque al estar avanzando de aquella manera me resultaba imposible tener bien controlados a los dos exploradores pero imaginaba que Sniper estaría encargándose de ello, entonces sin mirar atrás y sin perder el tiempo, llegué hasta una de las speeders y me monté en ella con intención de arrancarla.

- Veamos como funciona esto... - pero no tuve ni tiempo para comprobarlo, pues algo inesperado ocurrió, justo en ese preciso instante, mi transmisor empezó a sonar de una manera bastante alarmante con lo cual como sería de esperar, acabaría alertando a los exploradores.
- ¡Tú! ¡El de ahí! ¡Alto!

Pero no parecía que fueran a tener intención de dejarme la opción de rendirme, empezaron a abrir fuego desde donde se encontraban mientras que lo único que pude hacer fue bajar de la speeder repentinamente y ocultarme tras ella para cubrirme de los disparos de sus blásters mientras maldecía a la persona que había intentado comunicarse conmigo en un momento así.

Entonces recordé que por suerte no me encontraba solo, desde detrás de la speeder donde me ocultaba, pude ver como mi viejo droide de serie IG abría fuego sobre los exploradores, algo que no se esperaron en absoluto con lo cual uno de los disparos llegó a impactar sobre el hombro de uno de ellos dos.

Pero todavía quedaba uno de ellos y si Sniper no hacía algo rápido yo no duraría mucho tiempo más, pues algunos de los disparos impactaban sobre la speeder que me cubría y si aquello continuaba así no tardaría en saltar por los aires, por lo tanto yo también quise hacer algo y me asomé tímidamente para disparar también aunque sin mucho éxito, tuvo que ser un nuevo disparo del rifle de asalto de mi droide el que finalmente impactara directamente en su casco haciéndole caer.

- Enemigos abatidos, amo Nowel. - tras el aviso de mi compañero, me levanté poco a poco para comprobar la situación y así había sido, ambos exploradores habían sido abatidos y la speeder tras la que me había estado ocultando no parecía que fuera a volver a funcionar, y al menos, esperaba que la otra no hubiera corrido la misma suerte.

Y allí de pie me quedé sin saber muy bien lo que hacer ahora, lo observaba todo a mi alrededor mientras que todavía no había terminado ni de recuperar el aliento, tenía también el rostro ennegrecido cubierto de polvo, y sentía como mi corazón continuaba latiendo con fuerza dentro de mi pecho.

- Amo Nowel, ¿qué haremos ahora? - no es que me encontrara en muy buenas condiciones como para poder tomar decisiones precisamente, pero aun así le ordené lo primero y más sensato que me vino en mente.
- Comprueba que la otra speeder funcione, echaremos un último vistazo y nos iremos, me preocupa que puedan acudir más tropas en cualquier momento si intentan contactar con estos dos y ven que no responden.

Entonces volví a adentrarme en la granja con intención de al menos no irme de allí con las manos tan vacías, pues habíamos acudido hasta allí al detectar una transmisión y después de todo lo ocurrido, no me convencía la idea de marcharme sin más, al menos quería echar un último vistazo primero.

Transmisión... entonces fue cuando recordé que alguien había intentado comunicarse conmigo en el momento en que me disponía a arrancar la speeder, automáticamente cogí el transmisor que llevaba en el cinturón y lo comprobé, Snull... había sido nuestro capitán, lo cual me extrañó bastante ya que supuestamente me había dejado libre el día de hoy para ocuparme de mis asuntos, aun así intenté contactar con él pero sin éxito alguno, y fue entonces cuando me paré a pensar que podría haber sucedido algo y que no debería tardar mucho en regresar.

Pero las sorpresas todavía no habían terminado, de pronto escuché como si unos escombros se desprendieran y también como si algo se estuviera arrastrado hacia mí, entonces volví a desenfundar mi bláster y me giré repentinamente apuntando con él.

- ¿Pero qué?... - me llevé un pequeño sobresalto pero aun así no daba la sensación de estar en condiciones de poder defenderse, pues allí tirado en el suelo se encontraba uno de los exploradores que Sniper había abatido, el que había recibido el disparo en el hombro para ser más exactos, no llevaba el casco puesto, y por lo que me daba a entender, el impacto hizo que se cayera allí en la pequeña plaza con lo cual seguramente también se habría roto algún que otro hueso. - ¡Sniper! ¡Te necesito aquí! ¡Ahora!

Tras escuchar mi llamada, dejó de hacer lo que estaba haciendo y se presentó allí en la plaza de inmediato, entonces entre los dos conseguimos dejar sentado al abatido explorador mientras que lo atábamos a lo que quedaba de un pilón con una cuerda que por suerte llevaba en mi mochila.

- ¿Qué creéis que estáis haciendo?... Los míos no tardarán en llegar y no creo que vayan a tener muchos miramientos con vosotros después de todo...
- El Imperio nunca ha tenido miramientos con nadie. - le interrumpí mientras terminaba de atarle y me ponía en pie. - ¿Qué estabais haciendo aquí?
- ¿De verdad piensas que voy a contárselo a un mocoso como tú?... - tal vez tenía intención de maldecirme por más tiempo, pero una tos nada agradable acompañada de numerosos escupitajos de sangre le interrumpió antes de continuar.
- Tampoco creo que estés en condiciones de hacer lo que te plazca... ¿No te parece? - y aunque no era muy propio de mí ya que nunca me había tocado encargarme de algo así estando en la banda, intenté permanecer lo más firme posible mientras le apuntaba con el bláster haciendo un esfuerzo por disimular lo asustado que estaba. - Esto es muy sencillo... tú nos dices lo que el Imperio está haciendo en Tatooine y nosotros te dejamos marchar, e incluso tal vez también podamos hacer algo con tus heridas.

La respuesta no fue inmediata, aquel explorador se me quedó mirando durante unos instantes y finalmente me respondió.

- Jovencito... ¿A caso no sabes lo que es este lugar?
- ¿Te refieres a esta granja abandonada? - moví ligeramente la mano donde sujetaba mi bláster para acompañar a la pregunta con ello. - No, no tengo ni idea, ¿qué tiene de especial?

Entonces una pequeña y confiada sonrisa se dibujo en su rostro antes de responderme a pesar de los constantes ataques de tos que a veces tenía.

- Tal vez te sorprenda saber que en esta granja abandonada, en su día se crío el mismísimo Luke Skywalker.

Sin duda iba a ser algo que me dejaría desconcertado, ¿Luke Skywalker? Había escuchado mucho sobre él, sabía que había sido un poderoso Jedi y un gran aliado de la Alianza Rebelde que destacó en hazañas importantes contra el Imperio como las batallas de Yavin y Endor, pero descubrir que de pronto me encontraba en el lugar donde pasó parte de su infancia, era algo que jamás me hubiera imaginado.

- ¿Y qué está haciendo el Imperio precisamente en un lugar como este? Creo que aquí ya no queda mucho que ver...
- Tal vez no... - volvió a toser aunque esta vez no con tanta intensidad. - Pero hemos estado siguiendo una posible señal que parecía tratarse de Skywalker, y curiosamente nos ha traído hasta este planeta.

Entonces de pronto todo cobró sentido, entendí que la búsqueda de Skywalker podría ser el motivo por el cual el Imperio se encontraba en su planeta natal al que posiblemente había acudido en busca de algo o por algún motivo en especial.

- El Imperio va tras Luke Skywalker, ¿no es así? - lancé aquella pregunta sin tampoco pensármelo demasiado aunque era más que evidente que estaba en lo correcto.
- Chico listo... captamos una transmisión que se emitió desde aquí y al saber que supuestamente este lugar se encontraba abandonado, vinimos a comprobarlo.
- Eso quiere decir... que Luke estuvo aquí... antes de que nosotros llegáramos...

Y fue entonces cuando un sonido ensordecedor llegó hasta nuestros oídos, similar al del Caza TIE que habíamos visto antes pero sin llegar a ser tan molesto, aunque cuando pude distinguir en el cielo aquello que se nos acercaba, pude comprobar que esta vez se trataba de algo que venía por partida doble.

- Amo Nowel, por lo que mis sensores detectan, la señal que emiten aquellas dos naves no son códigos utilizados por el Imperio.

Entonces teniendo en cuenta la información de Sniper junto a lo que mis ojos empezaban a diferenciar, terminé de darme cuenta de lo que se trataba.

- Son dos X-Wing... la Alianza Rebelde está aquí.

Capítulo Anterior

[Fanfic de Star Wars] A escondidas del Imperio - Capítulo Dos

Star Wars: A escondidas del Imperio - Capítulo Dos: Travesía desértica

Habíamos partido de inmediato, era de esperar que a Snull le agradaría la decisión que había tomado, y en cierto modo y a pesar de nuestro nuevo destino al que nos dirigíamos, la idea de abandonar aquel agotador planeta de una vez por todas también conseguía animarme aunque fuera tan solo un poco.

Tatooine... demasiado tiempo llevaba sin pisar mi planeta natal y sin saber nada de él, me preguntaba como irían las cosas por allí, aunque me hacía a la idea de que tampoco habrían cambiado demasiado, además, ahora mismo me preocupaba más el sueño que tuve la noche anterior, el motivo que en parte ayudó a tomar esta decisión, preferí no comentárselo a Snull, tampoco me hubiera creído, es más, ni siquiera yo mismo terminaba de creerme lo que estaba haciendo, era la primera vez que me dejaba llevar por un sueño o por una visión, pero también era cierto que jamás un simple sueño, me había hecho sentir de aquella manera.

Acompañado de algunos de mis compañeros, me encontraba allí sentado sobre uno de los bancos de la parte trasera de nuestra nave, lugar donde en su día las tropas de asalto clon eran transportadas a la guerra, y en cierto modo, cuando viajaba allí no podía evitar imaginarme como fueron las batallas que se vivieron en aquella época, antes del Imperio, aunque todo aquello sonaba ya tan lejano, que me resultaba prácticamente imposible de imaginar.

Entonces la puerta que comunicaba con la cabina de la nave se abrió, dejando paso a nuestra vieja unidad R4 la cual empezó a emitir una serie de pitidos para comunicarnos que nos estábamos acercando a nuestro destino, y acto seguido, mis compañeros allí presentes empezaron a prepararse.

Pero por mi parte, primero necesitaba comprobarlo con mis propios ojos, así que me levanté y me dirigí a la cabina donde Snull y el trandoshano se encontraban al mando.

- Largo tiempo sin verlo, ¿eh? - pero inconscientemente ignoré el comentario del capitán, mi atención se centró automáticamente en aquel amarillento planeta que se encontraba ante nosotros, entonces me acerqué al cristal delantero para poder contemplarlo mejor, lo cual causó que me viera obligado a retirar de mi mente el cúmulo de recuerdos que empezaron a invadirme. - Venga prepárate, aterrizaremos en nada.

Como ya le había aconsejado a Snull esta misma mañana antes de partir, aterrizamos en pleno desierto, en una zona rocosa y montañosa en la que solía jugar cuando era niño, estaba lo suficientemente alejado de todo, y pensé que allí podríamos pasar desapercibidos.

Pero no iba a consentir que aquellos recuerdos que intentaron apoderarse de mí cuando estábamos aterrizando me atormentaran, fui el último en bajar de la nave, pero tampoco me lo pensé dos veces, estaba en casa después de tanto tiempo, y aunque allí tampoco había gran cosa que ver, el aire familiar que se respiraba de alguna manera me dio a entender que nada había cambiado.

- Estupendo... salimos de un planeta desértico para venir a otro... - era de esperar que la primera protesta vendría por parte de Clucktus, se había adelantado un poco al resto para inspeccionar el terreno y no había tardado ni dos minutos en abrir la boca.
- Pues en mi opinión, al menos parece que esta vez no tendremos que pasar por chatarreros, ¿no crees? - fue el mandaloriano del grupo el único que le contestó.
- Di lo que quieras... pero hubiera preferido un planeta algo más fresco al ser posible.
- Este planeta, viejo amigo... no es ni tan cálido ni tan engorroso como lo era Jakku. - esta vez fue Snull el que intervino, pues por lo que había ido viendo a lo largo de estos años, al menos nuestra “oveja negra” parecía mostrar cierto respeto hacia el capitán. - Tal vez más peligroso y por lo tanto tendremos que andar con cuidado, pero a la hora de conseguir suministros y provisiones puede que lo tengamos algo más fácil.

Imaginaba que ante la palabra de Snull, no iba a tener nada que decir, intentó aparentar que ignoraba el comentario y volvió a mirar al frente como buscando en aquel desierto algo en lo que centrar su atención.

- El único problema de quedarnos a las afueras tal vez sea que tendremos que estar bien atentos por los moradores de las arenas. - empecé a hablar con la intención de cambiar repentinamente el tema de conversación. - Son peligrosos, en su día mi familia y yo ya tuvimos algunos problemas con ellos.

Después de una breve explicación acerca de los moradores y sobre los demás peligros que podrían acecharnos en el desierto, Snull nos separó en parejas para asignarnos diferentes tareas, y tras una media hora aproximadamente de preparativos, estábamos ya listos para ponernos en marcha.

Al ver que hoy no iba a estar por la labor de hacer mucho más, Clucktus fue el encargado de quedarse vigilando la nave junto a otro compañero, sería el trandoshano mientras tanto quien se encargaría de inspeccionar los alrededores para asegurarse de que no había ningún peligro, y en cuanto a Snull y a Sephard, el mandaloriano de la banda, se atrevieron con la tarea de adentrarse en Mos Eisley en busca de provisiones y al ser posible también de algo de información, pues convenía estar bien informado de la situación actual del planeta.

- ¿Estás seguro de esto? - fue nuestro capitán quien se acercó a preguntarme mientras repasaba las provisiones y utensilios que había metido en mi mochila para esta expedición.
- Este fue el acuerdo al que llegamos, ¿recuerdas? - fue la única condición que le puse, pues a cambio de darle la ubicación de algún lugar seguro en el que poder asentarnos en Tatooine, le pedí que al menos, el primer día de nuestra llegada me lo dejará libre para poder ocuparme de mis propios asuntos. - Además, no estaré solo, Sniper vendrá conmigo.

Sniper era nuestro viejo droide de serie IG, al cual bautizamos con ese nombre debido a lo diestro que llegaba a ser principalmente con las armas de largo alcance.

- Tú mejor que nadie conoce los peligros de este planeta... - hizo una breve pausa como si no terminara de estar muy de acuerdo con su propia decisión. - Haz lo que tengas que hacer, pero recuerda que te quiero de vuelta antes del anochecer.

Y así fue como nos pusimos en marcha, partimos de inmediato con intención de poder aprovechar el día, con el ropaje apropiado para un escenario tan desértico como aquel, mi pequeño bláster colgado del cinturón, la mochila con los suministro necesarios y la simple compañía de nuestro viejo droide de batalla.

- Amo Nowel, ¿a donde nos dirigimos? - a pesar de la finalidad ofensiva con la que nuestro droide fue fabricado en su día, gracias a mis conocimientos en robótica pude modificar ligeramente su tanto su memoria como sus funciones para que no fuera una simple máquina de matar sino más bien un compañero más.
- Si te soy sincero, Sniper... ni yo mismo lo sé. - y francamente era cierto, dejamos atrás nuestra nave para empezar a caminar sobre aquel terreno árido y rocoso, dejándome llevar tan solo por aquel sueño que tuve la noche anterior, y en más de una ocasión al pensar en ello, llegaba a sentirme hasta ridículo por creer que volvería a escuchar aquella voz en mitad del desierto revelándome alguna nueva pista para guiarme mejor.

Pero nada sucedió por el momento, mis oídos ya se encontraban bastante atareados escuchando los pesados pasos metálicos de Sniper sobre la arena caminando a mis espaldas, ni siquiera hablábamos mucho entre nosotros, pero nuestro agradable paseo, por llamarlo de alguna manera, no iba a tardar mucho en verse interrumpido.

- ¿Has escuchado eso? - me giré inmediatamente a nuestro droide el cual se había detenido también.
- Lo he escuchado amo Nowel, mis limitados sensores detectan que sea lo que sea, se acerca a gran velocidad.

Con la escasa información que Sniper me había dado, al menos pude descartar de la idea de que se tratara de una banda de moradores de las arenas, lo cual me hizo pensar que hasta tal vez podría tratarse de algo peor.

No podía arriesgarme a comprobarlo, era nuestro primer día en Tatooine y lo echaría todo a perder, entonces rápidamente miré a nuestro alrededor y lo único que encontré fue una agrupación de rocas donde había crecido algo de vegetación, bastante seca como era de esperar en aquel panorama, pero fue nuestra única opción.

- ¡Sniper! ¡Por allí! - tras mi orden, empezamos a correr hacia aquellas rocas para ocultarnos aprovechando también su escasa vegetación, y no íbamos a tardar demasiado en comprobar que había sido aquello que habíamos escuchado a lo lejos.

Entonces sentí un escalofrío recorriendo mi espalda, me quedé completamente paralizado siendo tan solo capaz de seguir con la mirada aquello que acababa de surcar el cielo sobre nuestras cabezas a gran velocidad.

- Eso era... un Caza TIE... - fueron las únicas palabras que pude gesticular, continuaba allí escondido entre las rocas mientras numerosas dudas y temores empezaron a invadirme.

Aquello me dio a entender que tal vez nuestra estancia en Tatooine no iba a ser tan tranquila como me hubiera gustado, lo que acabábamos de ver no estaba dentro de nuestros planes, ni siquiera Snull hubiera previsto algo así, pero era cierto, estaba ocurriendo, y a pesar de que desconocíamos los motivos, el Imperio, o lo que quedaba de él, había llegado a Tatooine.

Salimos finalmente de nuestro escondite cuando aquel Caza TIE se encontraba ya lo suficientemente lejos como para no detectarnos, me había quedado desconcertado, sin saber muy bien lo que debería hacer ahora, incluso llegué a desear que en un momento como aquel, pudiera volver a escuchar aquella voz y que me guiara, o que al menos me diera alguna pista.

- Amo Nowel, ¿qué deberíamos hacer ahora? - me quedé durante unos instantes pensativo antes de responder a nuestro droide, con la mirada perdida en el horizonte como si estuviera esperando ver algo en él.
- Deberíamos seguir adelante, solo tengo el día de hoy para ocuparme de este asunto.

Respondí con un tono de voz algo seco y arrastrando cierto aire de inseguridad en él, las cosas se habían complicado en cuestión de segundos, y si queríamos regresar de una pieza, íbamos a tener que permanecer más atentos de lo previsto.

Continuamos avanzando por aquel desértico escenario bajo sus dos sofocantes soles, por suerte, yo estaba medianamente acostumbrado al haber pasado allí los diez primeros años de mi vida, aunque más de tres horas de larga caminata entre rocas y arena acabaría agotando a cualquiera, así que aprovechando la sombra que proyectaba cierta agrupación rocosa que tuvimos la suerte de encontrar, tomamos un pequeño descanso que aproveché para beber un poco y comerme una de las barritas energéticas que había cogido para el camino.

No fue hasta entonces que me paré a pensar en como me sentía realmente al estar en aquel lugar, era extraño pero ahora mismo no sentía nada, ni pena, ni nostalgia... pero a su vez, aprovechaba la ventaja de ya conocerme aquello para poder avanzar con más facilidad a pesar de no saber hacia donde me dirigía, y de pronto volví a recordar lo ridículo que llegaba a sentirme al encontrarme allí en mitad de la nada dejándome llevar por un simple sueño que tuve la noche anterior.

- Amo Nowel, mis sensores acaban de detectar algún tipo de señal no muy lejos de aquí. - entonces el aviso de Sniper me interrumpió, haciendo que aterrizara y dejara de atormentarme con el tema de aquel sueño.
- ¿Cómo dices? - sacudí mi cabeza como si llevara intención de espabilarme con ello. - Podría ser cualquier cosa pero... aquí en mitad del desierto no es muy normal que se transmitan señales así, aunque supongo que lo mejor será que lo comprobemos.

Recogimos nuestro pequeño campamento y nos pusimos en marcha de inmediato, avanzando cada vez con más cautela a pesar de que por el momento, continuábamos sin encontrar nada a nuestro alrededor.

- Sniper, ¿estás seguro que no te has equivocado? No veo indicios de que por aquí cerca haya algún lugar desde donde alguien haya podido mandar alguna señal.
- Aunque fui fabricado como droide de batalla, las modificaciones que usted mismo me aplicó funcionan correctamente, como en este caso en concreto el radar que llevo incorporado.

No tuve otra opción que sacar mis binoculares de la mochila para comprobar si con ellos sería capaz de encontrar algo, entonces allí a lo lejos algo detecté, aproximadamente a unos tres kilómetros de donde nos encontrábamos.

- Parece una especie de granja aunque no veo movimiento ni tampoco indicios de vida por allí, venga, será mejor que echemos un vistazo.

Todavía tardamos casi una hora en llegar, y francamente no esperaba que mi desilusión fuera a ser tan grande, pues era cierto que se trataba de una vieja granja de humedad, pero se encontraba en un estado bastante lamentable, estaba todo destrozado y no quedada nada en pie, ni tampoco nada que saquear, claramente tanto los moradores como los jawas ya se habían encargado bien de ello.

- Esto debe llevar años abandonado... - pataleé una pieza que se cruzó en mi camino y que ni siquiera sabía de lo que se trataba, entonces me quedé allí en mitad de una pequeña plaza observándolo todo a mi alrededor, como si todavía tuviera esperanzas de encontrar algo útil en aquel lugar a pesar de los dolorosos recuerdos del pasado que me venían a la mente al estar en una granja tan similar a la que en su día tuvieron mis padres, no estaba resultando nada fácil para mí estar en un lugar tan similar en el que me crié.
- Amo Nowel, según mis sensores, aquella señal que detecté fue enviada desde este lugar.
- ¿Estás seguro de ello?
- Completamente, posiblemente todavía quede alguna pequeña estación operativa en este lugar, por muy raro que parezca.
- Esto no me gusta nada... sea quien sea el que mandó aquella señal, tuvo mucha prisa por marchase antes de que alguien le encontrara aquí.

Entonces empezamos a investigar aquellas excavaciones subterráneas tan típicas de las granjas de humedad, y como era de esperar allí no quedaba nada en pie, la verdad es que cuanto más me adentraba en aquel lugar, más me daba por pensar que aquella granja no fue abandonada en su día sin más, sino que más bien parecía que fue asaltada o al menos aquello era lo que me indicaban las quemaduras de disparo de bláster que me iba encontrando.

- Empiezo a pensar que no fue muy buena idea venir a este sitio... - y fue en ese momento cuando mi viejo droide de serie IG empezó a emitir un leve pitido de alerta.
- Amo Nowel, parece que alguien se acerca a gran velocidad.

Y con ello terminé de lamentar el haber venido hasta aquí, si Spiner había sido capaz de detectarle y teniendo en cuenta que se trasladaba a gran velocidad, no cabía la menor duda de que se trataba de alguien montado sobre algún vehículo y que por lo tanto eso disminuían nuestras posibilidades de escapar.

De pronto empezamos a escuchar aquello que se acercaba, al menos no parecía tratarse de ningún Caza TIE como el que habíamos visto hace un rato, pero tampoco iba a esconderme sin comprobar de lo que se trataba, y con el mayor sigilo posible y seguido de mi droide, avancé por aquellos pasillos subterráneos hasta llega a la entrada de uno de ellos.


Llevé mi mano derecha hacia mi pequeño bláster y me quedé acariciando el mango, entonces me asomé desde la entrada de aquel túnel y allí arriba pude ver finalmente a los recién llegados, también pude confirmar que habían venido montados sobre un par de speeders, y con ello, empecé a maldecir lo tonto que había sido por meterme yo solo en el peligro, pues el Imperio, acababa de hacer acto de presencia.

  Capítulo Anterior               Capítulo Siguiente                              

lunes, 20 de junio de 2016

[Fanfic de Star Wars] A escondidas del Imperio - Capítulo Uno

Buenas a todos! Llevaba ya varios días sin publicar nada en el blog así que ya iba tocando subir algo, y nada mejor que empezar con un nuevo fanfic el cual también constará de tres capítulos.

Lamento si se repite de nuevo la temática, pero llevo ya una larga temporada en la que me ha dado muy fuerte con Star Wars, y la idea de escribir sobre este maravilloso universo me atrae demasiado, y en esta ocasión, este nuevo fanfic estará centrado cinco años después de los acontecimientos ocurridos en "El Retorno del Jedi", siendo nuevamente una historia con personajes originales ideados por mí, así que sin más demora, os dejo con el primer capítulo~

Star Wars: A escondidas del Imperio - Capítulo Uno: Fugitivos

Ni siquiera era ya muy consciente del tiempo que llevaríamos allí, ¿dos semanas? ¿tres? ¿un mes tal vez? Como bien decían algunos de mis compañeros, lo mejor sería no pensar demasiado en ello, y más teniendo en cuenta lo agotador que ya era de por sí el planeta en el que nos encontrábamos.

Era la misma escena de cada día, me encontraba allí en aquel pequeño poblado formado prácticamente por tiendas de lona y tenderetes, rodeado por especies de todo tipo, cada uno de ellos ocupándose de sus propios asuntos después de haber llegado hasta allí desde diferentes rincones de la galaxia, mientras que yo, intentaba llamar la atención lo menos posible, evitaba el contacto o conversación con cualquiera de ellos mientras me ocupaba de mis tareas también, las mismas de cada día desde que habíamos terminado en aquel planeta tan desolador, pues me encontraba limpiando algunas de las piezas que había recogido en el día de hoy, comprobaba también si funcionaban o si al menos se encontraban en buen estado, ya que si quería intercambiarlas por otras piezas o mejor todavía, por algo de alimento, tenía que asegurarme bien de ello primero.

Entonces tan distraído me encontraba limpiando la arena que contenía un transmisor, que no me percaté de la llegada de uno de mis compañeros el cual acababa de dejar una pesada mochila sobre la mesa donde me encontraba trabajando.

- Nada... hoy no hubo mucha suerte... - por sus palabras y por su tono de voz, parecía que hoy no había vuelto de muy buen humor, y en parte le entendía, había podido comprobarlo por mí mismo, salir ahí fuera y regresar con algunas pocas piezas en buen estado era una tarea más difícil de lo que parecía. - Con un poco de suerte podré cambiarle un par de piezas a algún tonto de por aquí...

Con cierto aire malhumorado, empezó a desatarse el andrajoso turbante que cubría parte de su rostro y de su cabeza y lo dejó sobre la mesa. Se llamaba Clucktus, de raza humana al igual que yo, rondaría los cuarenta años, era alto y de constitución normal, ni muy delgado y ni tampoco aparentaba ser excesivamente robusto.

- ¿Y tú qué? ¿Has encontrado algo hoy? - cuando las palabras de aquel hombre iban dirigidas hacía mí, parecía como si de puñales se tratasen, me miró con la misma indiferencia de siempre, y la verdad, desde un principio que ya me dio a entender que nunca le gustó demasiado la idea de que su banda terminara recogiéndome.
- Bueno... en un viejo X-Wing he encontrado unos transmisores que parecen estar en buen estado, tal vez me den algo por ellos...
- Pues apresúrate, debemos volver a nuestra nave cuanto antes. - y volviendo a coger su mochila, dio media vuelta para buscar a alguien con quien intercambiar las piezas que había encontrado hoy, por lo tanto me vi obligado a apresurarme y hacer lo mismo también.

Pero mucha suerte no iba a tener hoy, nadie quiso intercambiarme los transmisores a pesar de que había hecho todo lo posible para intentar aparentar que se encontraban en el mejor estado posible, así que no tuve otro remedio que acudir a Unkar Plutt, un desagradable crolute el cual tenía su negocio allí montado en el Puesto de Avanzada de Niima, se encargaba de inspeccionar y recolectar las piezas que los chatarreros le ofrecían a cambio de algo de alimento, y no es que fuera muy generoso con ello precisamente, pues no esperaba más de media porción de comida a cambio de los dos transmisores, pero aquello era lo que había, protestar no serviría de nada con Unkar Plutt, o lo tomaba, o lo dejaba.

Entonces guardé la media porción en una pequeña bolsa de terciopelo que colgaba de mi cinturón y me marché de allí para reunirme con mi compañero el cual me esperaba fuera de aquella agrupación de tiendas de lona y puestos de venta de chatarra.

No iba a ser precisamente un paseo agradable hasta nuestra nave, nos habíamos asentado a unos cinco kilómetros del Puesto de Avanzada de Niima, en un pequeño oasis que tuvimos la suerte de encontrar al aterrizar en este planeta, y a pesar de que yo me había criado en otro planeta árido y desértico como este en el que nos encontrábamos, caminar sobre la arena bajo aquel sofocante Sol tras mi compañero el cual ni me dirigía la palabra, llegaba a ser algo bastante agotador.

- Vamos... no te quedes atrás, se supone que deberías estar acostumbrado a un clima como este. - las palabras de Clucktus sonaron tan frías como de costumbre, fue lo único que me dijo durante todo el camino, y a pesar de que me moría de ganas por tomar un pequeño descanso y beber un poco de agua, ni siquiera llegué a planteármelo seriamente con tal de no llegar a resultar una molestia para él.

Y dentro de lo que cabía, podría decirse que Clucktus llevaba razón con aquellas palabras, pues mi planeta de natal era Tatooine, me críe en Mos Eisley para ser más exactos, y a pesar de que era también un planeta cálido como Jakku, ni mucho menos alcanzaba sus altas temperaturas ni tampoco llegaba a ser ni tan árido ni tan desértico.

Pero poco más había que contar sobre mí, a pesar de lo dura que había sido siempre mi vida, estaba convencido de que muchos jóvenes de mi edad habían pasado por lo mismo, tenía dieciséis años y me quedé huérfano a los diez, mis padres no eran más que unos pobres granjeros los cuales no podían pagar los altos impuestos del Imperio Galáctico y acabaron pagándolo con sus propias vidas, entonces aquella banda de cazarrecompensas me encontró, y a pesar de que en un principio algunos miembros no estuvieron muy a favor de recoger a alguien tan joven, terminaron entrando en razón al ver que podían utilizarme como “chico de los recados”

Y así habían sido prácticamente mis últimos seis años, con el tiempo me fui ganando poco a poco la confianza de la banda, incluso ya me dejaban llevar un pequeño bláster aunque más bien me dio por pensar que lo hicieron para que pudiera defenderme yo solo y no resultar una carga, pero todo estaba bien, aquello era lo que había, no me veía en el derecho de protestar mucho después de que en su día se tomaron la molestia de haberme recogido.

El Sol empezaba a ocultarse ya entre las dunas cuando llegamos a nuestra nave, y la verdad es que siempre que la veía, me pregunta cómo era posible que todavía continuara funcionando, pues en un principio se trataba de un viejo y grande transporte de tropas de asalto que la Antigua República utilizaba en las Guerras Clon, y si digo “en un principio” es porque a lo largo del tiempo, había ido sufriendo diferentes modificaciones para poder adaptarla a largos viajes espaciales y por supuesto que también contara con la capacidad de poder saltar a la velocidad de la luz.

Al llegar allí, algunos de los miembros de la banda se encontraban montando guardia, había un par de humanos, un trandoshano y nuestro droide de serie IG, todos iban bien equipados y armados con blásters de diferentes tipos, permaneciendo bien atentos por los peligros que aquel panorama desértico pudiera ofrecernos.

- Hogar dulce hogar... - las palabras Clucktus sonaron tan ásperas como de costumbre, nada más llegar, colocó su mochila sobre una mesa que habían montado allí fuera y sacó de ella un par de pequeños frascos que por lo que pude apreciar, contenían algún tipo de sustancia algo oscura que no supe identificar.
- No me lo digas... ¿Has cambiado las piezas de hoy por néctar knockback? - fue uno de los humanos de los que estaban montando guardia quien le preguntó, una pregunta que vino cargada con cierto aire de decepción, pero antes de obtener su respuesta, Clucktus abrió uno de los frascos para darle un trago lo suficientemente largo como para calmar su sed por completo.
- ¿Y qué importancia tiene? ¿Acaso has sido tú el que se ha pasado todo el día bajo el Sol rebuscando en la chatarra? - se secó la barbilla con la manga de su fina chaqueta sin importarle lo más mínimo la tierra que llevaba en ella, entonces fue cuando comprendí lo que ocurría, Clucktus había cambiado las piezas que hoy había recogido por dos frascos de néctar knockback, que por lo que tenía entendido, se trataba de una especie de bebida alcohólica que podría obtenerse al raspar los líquenes que creían en aquel planeta, y por lo que había escuchado, era la única bebida de ese tipo que podía obtenerse por allí. - Estoy más que harto de este basurero... - y cogiendo ambos frascos, se marchó de allí posiblemente no muy lejos pero sí lo suficiente para quedarse a solas sin que nadie pudiera molestarle mientras disfrutaba de su apreciada recompensa obtenida en el día de hoy.

No cabía la menor duda de quien era la “oveja negra” del grupo, me quedé mirando como se marchaba mientras que aquel hombre que había intentado plantarle cara se me acercó.

- ¿Todo bien, muchacho? - se trataba del mandaloriano del grupo, frisaría la cuarentena de edad, alto, robusto, con su cabeza medianamente rapada y con una cicatriz no muy grande en su mejilla izquierda.
- Bueno... la verdad es que no hubo mucha suerte hoy, pero si me pongo ahora mismo a ello antes de que termine de ponerse el Sol tal vez encuentre alguna pieza útil en alguna nave estrellada de por aquí cerca.
- Olvídalo... podrías perderte y las noches pueden llegar a ser algo frías por aquí, anda pasa adentro... el jefe quiere verte. - que el jefe de la banda quisiera verme no sabía muy bien lo que podría significar, pero tampoco quise hacerle esperar demasiado así que me adentré en la nave con intención de comprobarlo.

Tal y como me imaginaba, se encontraba allí en la pequeña base de operaciones tan improvisada de la que nuestra nave disponía, sentado sobre una pequeña silla giratoria mientras observaba un panel de datos en el que aparecían diferentes planetas.

- Vaya... así que ya habéis vuelto. - a pesar de llevar ya unos seis años con él, para mí seguía siendo el mismo hombre enigmático del día en que le conocí, pues continuaba sin saber mucho sobre él, nunca nos había comentado gran cosa sobre su pasado ni tampoco conocíamos su planeta de origen, tan solo sabíamos con exactitud que había sido el responsable de formar esta banda de cazarrecompensas.

Se hacía llamar Snull, y tampoco estaba muy seguro de que fuera su verdadero nombre, pasaría claramente de los cuarenta años, al igual que el resto de compañeros también contaba con una constitución aparentemente fuerte, y por algunos rasgos de su rostro, podría afirmarse prácticamente que había llevado una vida dura de lucha constante.

- ¿Quería verme? - me acerqué tímidamente al no querer tampoco irrumpir mucho en lo que estuviera haciendo, así que aproveché para dejar mi mochila sobre un banco del interior de la nave y me desenrollé también el viejo trozo de tela que había utilizado como bufanda para protegerme de la arena.
- Siéntate. - con un leve gesto de su mano, me señaló un pequeño taburete que había frente a la mesa de mandos donde se encontraba, y asintiendo en silencio, me senté sobre él. - Veo que hoy no se ha dado muy bien, ¿verdad?
- Ciertamente no... además, ese apestoso crolute no es que sea muy generoso precisamente...
- Ya veo. - se le escapó un pequeño suspiro antes de continuar. - Sinceramente, tengo tantas ganas como tú de abandonar este planeta, estoy seguro de que los demás piensan igual, pero hasta que no nos aseguremos de que ya ha pasado el peligro, no podemos hacer mucho más, y en un planeta tan apartado como este estamos seguros, al menos por el momento.
- Pero no creo que a pesar de todo lo sucedido... el Imperio, o lo que queda de él, vaya a centrarse en perseguir a una banda de cazarrecompensas como nosotros, ellos todavía se encuentran en constante lucha con la Nueva República...

Un breve momento de silencio se apoderó del interior de la nave, lo cual me hizo dudar de si había dicho algo fuera de lugar.

- Todo eso ya lo sé... hace ya cinco años de la caída del Emperador, junto también a su mano derecha, Darth Vader. - hizo una breve pausa que aprovechó para lanzar un nuevo y breve suspiro el cual parecía arrastrar más de lo que aparentaba. - Pero a pesar de la muerte del Emperador, el Imperio continuó adelante, fueron muchos años bajo su mandato y numerosos planetas y sistemas se unieron a su causa como para no pensar que otra persona pudiera hacerse cargo en caso de que algo así llegara a suceder, un gobernador importante de algún planeta bajo el control del Imperio o tal vez algún almirante de confianza, sea quien sea, está claro que los tiempos del Imperio Galáctico, todavía no han terminado.

Después de aquella explicación, otro momento de silencio se interpuso entre nosotros, esta vez dando la sensación de que ambos lo necesitábamos.

- No creo que esta breve clase de historia sea el motivo por el que me ha llamado, ¿verdad?
- En efecto. - al menos con la pequeña sonrisa que se había dibujado en su rostro, pude permitirme el relajarme un poco. - Como ya te he comentado, aquí en Jakku pasamos desapercibidos trabajando como chatarreros, no es un planeta en el que el Imperio haya tenido nunca interés, pero tampoco podemos permitirnos el quedarnos aquí para siempre, debemos estar en constante movimiento, y por eso te he llamado, tengo en mente cierto planeta en el que ahora podríamos ocultarnos por un tiempo, tú lo conoces bien, y me gustaría que me dieras tu punto de vista acerca de lo seguro que pudiera resultar que nos escondiéramos allí.

Al terminar su explicación, volvió a encender el panel de datos que había visto nada más entrar en la nave y aparecieron una serie de planetas en él, y al haber recurrido a mí para ello, era de esperar que al menos, fuera a reconocer uno de ellos.

- Tatooine... - hacía tiempo que no sabía nada sobre mi planeta natal, demasiado tal vez, pero tampoco quise dejarme llevar por la nostalgia e inmediatamente las dudas empezaron a invadirme. - ¿Tienes intención de que nos escondamos allí?

La idea empezó a parecerme disparatada en cuestión de segundos, había pasado los diez primeros años de mi vida allí y no fue precisamente agradable del todo, además, en ciudades como Mos Eisley, acostumbraba a reunirse lo peor de la galaxia, desde cazarrecompensas peores que nosotros, asesinos a sueldo o despiadados fugitivos condenados en numerosos sistemas.

- Sé que tal vez puede resultarte algo doloroso pero... es la mejor opción que he encontrado hasta el momento, el Imperio nunca ha tenido control sobre el planeta y menos ahora, Tatooine siempre ha estado bajo la influencia de los Hutt, pero desde la muerte de Jabba... escuché que un tal Talon Karrde aprovechó la situación para hacerse con el poder, un contrabandista según tengo entendido, hombre de negocios... - hizo una breve pausa para aclararse la voz y continuó. - Sería por poco tiempo, un par de meses tal vez... y por ello te he llamado, necesito que me hables un poco más del planeta y saber si conoces algún lugar en Tatooine donde podamos permanecer ocultos por un tiempo.

Me vi en mi propio derecho de tomarme el tiempo necesario para pensar en ello, no era una decisión fácil, y no precisamente por los angustiosos recuerdos que me traía aquel lugar, sino más bien porque sabía de sobra la manera en la que funcionaban las cosas por allí.

- Aquello no va a ser mejor que esto... - dije finalmente con un fino hilo de voz. - E incluso me atrevería a decir que nos encontraríamos con más peligros que aquí...
- Pero sigue siendo un planeta lejos de los dominios del Imperio, los Hutt no están interesados en nosotros, y ese tal Karrde tampoco, y quien sabe, tal vez incluso hasta nos pueda ofrecer algo de ayuda, a cambio de un elevado precio, claro...

De nuevo, vi necesario detenerme a pensar en ello, tenía bien claro que nuestros días en Jakku ya estarían contados, habíamos estado más de un mes haciéndonos pasar por simples chatarreros para pasar desapercibidos, y a decir verdad, aunque desconocía cual sería la situación actual de Tatooine después de tanto tiempo, en cierto modo empecé a sentir cierta curiosidad por ello.

- ¿Tengo al menos esta noche para pensármelo? - a pesar de que se trataba de un tema serio, juraría haber visto una nueva y pequeña sonrisa dibujándose en el rostro de Snull antes de responderme.
- La tienes, pero me gustaría escuchar tu respuesta mañana al amanecer, por el bien de la banda más que nada... no nos conviene quedarnos mucho más tiempo por aquí, confió en ti, Nowel.

Iba a ser una noche larga, de eso no me cabía la menor duda, al menos no me tocaba montar guardia, pero aun así, sabía que iba a pasarme gran parte de la noche despierto pensando en lo que mañana le diría a Snull, de ello dependería nuestro siguiente destino, o tomábamos rumbo a Tatooine temporalmente, o nos tocaría buscar una nueva ruta de escape.

Entonces escuché una voz que me llamaba, era algo que no me había pasado nunca, no conseguí reconocerla, sonaba tan débil, tan lejana... ni siquiera tampoco era capaz de describir si me hacía sentir bien o mal, aquella sensación era algo tan nuevo para mí, que todavía no era capaz de asimilar...

Y de pronto desperté, al igual que si hubiera despertado de una pesadilla, empecé a notar mi frente empapada de sudor al igual que también lo estaba mi cuello, tenía la boca completamente seca, sentía mi pulso algo acelerado, y al menos, aquel plácido panorama nocturno que de pronto me encontré ante mis ojos, consiguió calmarme un poco.

Acostumbraba a dormir en la cabina de nuestra nave, estirado sobre el asiento del copiloto, y por ello, lo primero que vi al abrir los ojos fue la estrellada noche de Jakku tras el cristal, fue entonces cuando recuperé un poco la compostura, cuando fui algo más consciente de lo que acababa de pasar, ¿había sido un sueño? No lo sabía, había llegado a parecerme demasiado real, pero una cosa tenía bien clara, me sentía como si realmente aquella voz hubiera intentando transmitirme un mensaje, algo que en cierto modo hacía que un escalofrío recorriera mi cuerpo al recordarlo, pues por lo que pude entender de aquella visión y de aquellas palabras, alguien, estaba pidiéndome que volviera a Tatooine.

Capítulo Siguiente