Star Wars: Seguidores del Imperio - Capítulo dos: Un trabajo algo sospechoso
Entonces terminé por no comprender ya nada de lo que
estaba sucediendo, al menos, a pesar de mi corta edad, llegaba a
comprender que aquello no era muy normal, pues según nuestro cliente
y fuente de información, aquello no iba a ser más que un simple
contrabando de armas, por lo cual, no veía necesario que una figura
tan importante y representativa del Imperio hiciera acto de presencia
en algo tan insignificante.
No parecía que tuvieran mucha intención de querer
perder el tiempo, en cuanto bajó del transportador, el líder de los
piratas weequay se le acercó seguido de sus dos escoltas, momento
que mi compañero aprovechó para hacerme un gesto con la mano en
señal de que nos fuéramos de allí, algo que en un principio no
llegaba a entender muy bien pero más o menos pude hacerme una ligera
idea de que tal vez pretendía aprovechar aquel momento para colarnos
en el almacén.
Mientras que avanzábamos ocultándonos entre los
contenedores, eché un último vistazo hacia atrás pudiendo ver como
el líder de los piratas y aquella importante figura del Imperio
estaban manteniendo una conversación, pero demasiado lejos estábamos
ya como para poder escucharles, así que me quedé con las ganas y
con la curiosidad de saber de lo que estarían hablando.
Tal y como me había imaginado, parecía que las
intenciones de mi compañero eran buscar alguna puerta trasera o algo
que nos facilitara la entrada en aquel almacén, supongo que quería
aprovechar aquel momento en el que ambos líderes se encontraban
fuera para colarnos y hacernos con las armas, así que supongo que no
íbamos a disponer de mucho tiempo precisamente.
Al menos parecía que de momento la suerte iba a
sonreírnos aunque fuera solo un poco, pues cuando llegamos a la
parte de atrás del almacén, pudimos ver que efectivamente había
una pequeña puerta trasera, la cual evidentemente se encontraba
cerrada, pero de inmediato mi compañero sacó una herramienta de su
cinturón para forzarla e intentar abrirla, y aunque de momento no
quise decirle nada, aquello se me estaba haciendo algo raro, más que
nada porque tan solo se trataba de una simple puerta metálica con un
cierre de seguridad normal y corriente, cuando lo normal hoy en día
era que puertas así, y encima tratándose de un almacén, tuvieran
algún tipo de código de seguridad para poder abrirlas, pero aquella
puerta no lo tenía, cosa que en cierto modo hacía que fuera más
fácil forzarla y abrirla.
Con medio minuto tuvo más que suficiente, al fin y al
cabo estaba acostumbrado a este tipo de tareas y tenía bastante
destreza en ello, así que de inmediato nos adentramos en aquel
almacén ya que mucho tiempo no nos quedaría, y una vez dentro,
pudimos comprobar que la situación era todavía algo más extraña
de lo que pensábamos, pues como era de esperar, habían piratas
weequay controlando el interior del edificio, pero bajo mi punto de
vista, me parecía que eran pocos, y estaba seguro de que Brishnak
estaría pensando lo mismo.
Parecía que de momento no se habían percatado de
nuestra presencia, pero tampoco nos podíamos permitir bajar la
guardia en ningún momento, lo primordial seguía siendo encontrar
las armas y salir de allí cuanto antes, y más sabiendo ahora lo
mucho que se había complicado la situación, así que aprovechando
la gran cantidad de contenedores, estanterías y trastos viejos de
todo tipo que había en aquel almacén, fuimos avanzando poco a poco
mientras nos ocultábamos como podíamos para no ser vistos.
Fue entonces cuando mi mente se detuvo unos instantes a
intentar asimilar todo aquello, había ocurrido todo tan deprisa que
todavía no había tenido mucho tiempo de ser consciente de la
situación, y no me refería precisamente a lo peligroso que podía
volverse todo en un abrir y cerrar de ojos, sino más bien a lo mucho
que en parte yo tenía que contenerme, pues una parte de mí se
sentía culpable por el simple hecho de estar robándole al gobierno
en el que siempre había creído, pero no tenía otro remedio, esto
era lo que tenía que hacer si quería sobrevivir, en parte seguía
vivo gracias a Brishnak, y si alguna vez llegaba a descubrir que mis
ideales estaban más próximos a los del Imperio que a los suyos, no
quería ni imaginarme lo que podría llegar a suceder.
Precisamente de nuevo fue mi compañero el que acababa
de hacerme un nuevo gesto para que me detuviera, parecía que
finalmente habíamos encontrado lo que buscábamos, ya que allí en
mitad de una zona la cual se encontraba algo más despejada que el
resto del almacén, había un contenedor algo más grande que los
demás el cual daba a entender que contenía las armas que andábamos
buscando.
- ¿Qué me acerque? Creo que no es una buena idea...
- Oye... ojalá hubiera otra forma pero esta es la única manera, te acercas, activas el interruptor para que el contenedor pueda deslizarse y ser arrastrado con facilidad, y por si acaso llegaran a verte yo te cubro desde aquí.
Parecía que no iba a tener otra opción, así llevaba siendo mi vida prácticamente desde hacía ya tres años, era la única forma de sobrevivir, muy irónico todo ya que parecía que para poder sobrevivir primero tenía que arriesgar mi propia vida de esta manera, pero era lo que había, así que no tuve otra elección que aceptar y asentir en silencio.
Comprobé cual era la situación antes de salir de mi
escondite y acercarme al contenedor, todo parecía seguir igual, los
piratas se encontraban vigilando desde las plataformas superiores
para tenerlo todo mejor controlado y de alguna manera agradecí que
allí en nuestro nivel no hubiera nadie, cosa que me extrañó pero
de momento quise despejar mi mente y centrarme en lo que realmente
tocaba, al fin y al cabo, mi compañero mantendría a ralla a los
piratas de las plataformas superiores en caso de que me vieran.
“Todo va a salir bien”, pensaba, sabía que Brishnak
tenía buena puntería y en caso de que me descubrieran tendría
tiempo suficiente para abatir a los piratas que se encontraban allí,
y pensándolo mejor, no quería fallarle, al fin y al cabo esto era
lo que siempre había querido, ganarme su confianza y que me aceptara
para poder ayudarle en más ocasiones como esta y no quedándome
siempre vigilando, así que armándome de valor y echando un último
vistazo en el momento en el que parecía que iban a realizar un
cambio de guardia, empecé a avanzar con el mayor sigilo posible
hacia nuestro objetivo.
Sabía que mi compañero me cubría, pero me sentía
algo más seguro si mantenía mi mano cerca del cinturón donde
llevaba mi pequeño bláster, aunque por ahora todo parecía ir bien,
no parecía que me hubieran visto y ya me encontraba a escasos pasos
del contenedor.
Costaba de creer pero así era, todo estaba saliendo
bien, demasiado tal vez, podía ver ya aquel interruptor que al
pulsarlo, elevaría el contenedor para así facilitar su transporte,
no podía creérmelo, iba a conseguirlo y sin ser visto, pero
entonces algo falló, algo que no estaba previsto, pues en el momento
en el que pulsé aquel interruptor, fue cuando me di cuenta que algo
no andaba bien, precisamente porque al pulsarlo, no ocurrió
absolutamente nada.
Acto seguido lo que hice fue volver a pulsarlo, pero
nada, nada sucedió, no podía ver mi rostro pero estaba convencido
de que mi expresión de sorpresa dibujada en él no sería pequeña
precisamente, fue entonces cuando me quedé sin saber que hacer,
cuando lo único que me quedaba era mirar hacia atrás a la espera de
alguna señal de Brishnak o de alguna nueva orden, pero entonces vi
que su rostro parecía estar expresando la misma duda que el mío, y
en cuanto nuestras miradas se cruzaron, automáticamente echó a
correr hacia donde me encontraba.
Demasiado estábamos llamando ya la atención, esperaba
escuchar de un momento a otro un “Alto, quietos ahí” o algo
similar, pero no fue aquello precisamente lo que escuchamos, en su
lugar, cuando mi compañero se situó a mi lado para ver lo que
pasaba con aquel interruptor, empezamos a escuchar un ruido
ensordecedor, y asomándonos desde detrás del contenedor, pudimos
ver que la enorme persiana principal de aquel almacén, estaba
levantándose.
Ni siquiera esperaron a que terminara de levantarse del
todo, en cuanto pudieron, tanto los piratas weequay como los soldados
de asalto que habíamos visto fuera, se adentraron en el almacén
apuntando con sus armas al frente y haciéndose con el control de la
situación en cuestión de segundos, además, también pude
percatarme de que los piratas que habían estado vigilando en las
plataformas superiores, también nos estaban apuntando.
Era uno de esos momentos en los que lo único que podía hacer era esperar una orden de mi “jefe”, el cual por su rostro y por el gesto que acababa de hacerme, me dio a entender que por el momento, lo único que podíamos hacer era obedecer y salir fuera.
Entonces salimos en silencio de detrás del contenedor,
pudiendo ver ahora de más cerca la pícara sonrisa que el líder de
los weequay estaba luciendo con orgullo en su rostro, aquello no me
gustaba nada, eran demasiados y pocas opciones teníamos, y por si no
fuera ya suficiente, fue entonces en ese momento cuando terminó por
hacer acto de presencia aquella figura tan llamativa del Imperio que
habíamos visto antes de entrar.
- ¿De verdad pensáis que soy tan estúpido como para no haber venido hasta aquí sabiendo que era una trampa? - la pregunta de mi compañero terminó por desconcertarme completamente, aunque tal vez, aquel era el motivo por el cual se había comportado de manera tan extraña desde que había aceptado esta misión.
Aquella situación que todavía no terminaba de comprender muy bien, estaba provocando que cada vez me fuera poniendo más nervioso, y con el escalofrío que sin motivo aparente empezaba a recorrer mi espalda, ya no me quedó ninguna duda que lo peor estaba por venir.
Pero no obtuve respuesta por su parte, ni siquiera me estaba prestando atención, permanecía a mi lado mirando al frente, con su mirada clavada en aquella oscura figura, y tan tensa e inexplicable se había vuelto la situación, que ya ni siquiera me importaba completar la misión, tan solo deseaba que algo interrumpiera aquel momento, lo que fuera, cualquier cosa serviría.
De nuevo, aquellas fueron palabras que no lograba
comprender, me dieron a entender que los piratas habían hecho algún
tipo de trato con el Imperio para atraernos hasta allí, pero, ¿por
qué? ¿por qué a nosotros?
Y nuevamente sentí la necesidad de mirar a mi
compañero, ¿rebelión y terrorismo? ¿nosotros? Creo que se habían
equivocado de banda, era cierto que en alguna ocasión ya le habíamos
al Imperio, pero nunca habíamos llevado a cabo acciones mayores o
actos de terrorismo contra ellos.
En respuesta, aquella figura imperial dio un par de
pasos al frente como si mientras tanto estuviera pensándose una
respuesta.
- ¡Basta! - entonces fue cuando no pude soportarlo más, cuando mi paciencia llegó a su límite y mi curiosidad quería obtener respuestas de una vez, ni siquiera sé como me atreví a interrumpir la orden que aquel Comandante Imperial acababa de darle a sus soldados. - Ya basta... ¿De qué va todo esto?
Al menos, con mi repentina reacción conseguí que
inmediatamente levantara su brazo para que los soldados de asalto se
detuvieran antes de abalanzarse sobre nosotros.
- ¿Brishnak?... - entonces yo también le pregunté con intención de que me respondiera algo claro de una vez por todas y pudiera sacarme de dudas.
- Siento no haberte dicho nada antes y que hayas tenido que enterarte de esta manera, pero que tú y yo nos conociéramos hace tres años no fue simple curiosidad, llevaba observándote desde que tus padres perdieron la vida y les prometí que me encargaría de ti en caso de que les llegara a ocurrir algo, así que sin quitarte el ojo de encima, esperé al momento oportuno para aparecer en tu vida.
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